El término Web 2.0 se acuñó en 2004, en una conferencia de Tim O'Reilly, y está comunmente asociado con un fenómeno social basado en la interacción que se logra a partir de diferentes aplicaciones web que facilitan el compartir información, el diseño centrado en el usuario y la colaboración entre los mismos en la red. Ejemplos de la Web 2.0 son: las redes sociales (Facebook, Twitter, Tuenti,...), los blogs, Flickr, Youtube, Napster, BitTorrent, Google AdSense, Wikipedia o la posibilidad de que el usuario participe en la formación de la web.
La Web 2.0 es la representación de la evolución de las aplicaciones tradicionales hacia aplicaciones web enfocadas al usuario. Es una etapa que ha definido nuevos proyectos en Internet y está preocupándose por brindar mejores soluciones para el usuario final. Muchos aseguran que se ha reinventado Internet, otros hablan de burbujas e inversiones, pero la realidad es que la evolución natural del medio realmente ha propuesto cosas más interesantes de las que existían.
Esa misma evolución continua de Internet hace que se hable ya de otro cambio, de la Web 3.0. El término apareció por primera vez en 2006, en un artículo de Jeffrey Zeldman, y se usa para promocionar las mejoras respecto a la Web 2.0. Actualmente existe un debate en torno a lo que significa Web 3.0, y cual sería su definición acertada. Las principales innovaciones de la Web 3.0 serían las siguientes: evolución de las bases de datos, inteligencia artificial, Web Semántica y, por último, la evolución al 3D.
El primer paso hacia la Web 3.0 es el nacimiento de la Data Web, ya que los formatos en que se publica la información en Internet son dispares. El reciente crecimiento de la tecnología SPARQL permite un lenguaje estandarizado y una mejor interfaz para la búsqueda a través de bases de datos en la red. De este modo, la Data Web hace los datos tan accesibles y enlazables como las páginas web. Este es el primer paso hacia la completa Web Semántica, de la que seguiremos hablando más adelante. En esta fase, el objetivo es hacer que los datos estructurados sean lo más accesibles posible para el usuario.
La Web 3.0 también ha sido utilizada para describir el camino evolutivo de la red que conduce a la inteligencia artificial. Los más escépticos lo ven como una visión inalcanzable. Sin embargo, grandes compañías como IBM y Google están implementando nuevas tecnologías que cosechan información sorprendente, como el hecho de hacer predicciones de canciones que serán un éxito, tomando como base información de las webs de música de la Universidad. También existe el debate sobre si la fuerza conductora de la Web 3.0 será la propia inteligencia artificial u otros sistemas de inteligencia humana, a través de servicios colaborativos como Delicious, Flickr o Digg, que extraen el orden de la red y cómo la gente interactúa con ella.
Momento ahora de retomar el concepto de Web Semántica. Gracias a la inteligencia artificial, se podrán desarrollar programas que puedan razonar, basados en descripciones lógicas y agentes inteligentes. Dichas aplicaciones pueden llevar a cabo razonamientos lógicos utilizando reglas que expresan relaciones lógicas entre conceptos y datos en la red. Estos cambios también permitirán su uso en dispositivos móviles o diferentes dispositivos accesibles para personas con discapacidades, o con diferentes idiomas sin transformar los datos. De este modo, nos encontraremos ante una evolución semántica en la red.
Por último, otro posible camino para la Web 3.0 es la dirección hacia la visión 3D. Esto implicaría la transformación de la web en una serie de espacios 3D, llevando más lejos el concepto propuesto por el mundo virtual Second Life. Esto podría abrir nuevas formas de conectar y colaborar, utilizando espacios tridimensionales.
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