martes, 4 de mayo de 2010

Jueces isleños

Barcelona y Real Madrid solventaron, de distinta forma, sus compromisos del fin de semana y disputan entre semana sus partidos de la antepenúltima jornada con el objetivo de seguir haciendo historia en esta Liga en la que el campeón sumará 98 o 99 puntos. Si en la jornada anterior era el Barça quien debía jugar en un campo complicado como El Madrigal, en esta se giran las tornas y será el Real Madrid quien deba buscar la victoria en un estadio que esta temporada está siendo prácticamente inexpugnable: el Ono Estadi.

Pero antes de este duelo, el Barça buscará ganar hoy en casa al Tenerife para meter presión mañana al Madrid. En principio, los azulgrana se enfrentan a un rival asequible, cuyo entrenador parece que va a dar descanso a sus tres mejores jugadores (Nino, Alfaro y Ayoze), pensando en el partido contra el Almería. El objetivo de Oltra parece ser mantener su puerta a cero la mayor cantidad de minutos posibles y sacar al campo a sus estrellas en el segundo tiempo para aprovecharse del cansancio acumulado en los jugadores culés. Veremos cómo le sale la apuesta al técnico tinerfeño, aunque parece muy arriesgado rotar en este momento de la temporada, cuando el Tenerife necesita los puntos para salvarse, tanto los del Camp Nou como los del Almería.

Por su parte, Guardiola seguirá confiando en los canteranos Pedro y Bojan para acompañar en el ataque a Messi, en detrimento de las estrellas venidas a menos: Henry e Ibrahimovic. Xavi será titular, pese a la lesión que arrastra y que no le impidió hacer un gran partido ante el Villarreal, con gol de falta incluido. La única baja sensible para el de Santpedor (a parte de Iniesta) sigue siendo el francés Abidal, que será sustituido por Maxwell. El objetivo de los azulgrana es el mismo que en Villarreal: dejar sentenciado el partido cuanto antes y ahorrar fuerzas de cara al duro compromiso del fin de semana en el Sánchez Pizjuán.

Para mañana quedará el partido del Real Madrid en Mallorca, donde este año sólo han ganado Barcelona y Sevilla. Además, los de Manzano se están jugando el cuarto puesto en Liga, que da acceso a la previa de la Champions League. El equipo de Pellegrini jugará sabiendo el resultado del Barça, siendo esta un arma de doble filo, ya que en caso de derrota o empate azulgrana, la motivación se verá multiplicada; pero en caso de que los de Guardiola no fallen, la presión para el Madrid también aumentará exponencialmente. Para este partido, el técnico chileno tiene la baja de Marcelo (que vio la quinta amarilla el domingo), además de los lesionados Van der Vaart y Raúl. El once será casi el mismo que ganó a Osasuna, con la entrada de Garay por Marcelo y el desplazamiento al lateral derecho de Ramos y, por consiguiente, de Arbeloa al izquierdo. La otra duda se presenta en el mediocampo: Guti entrará por Granero, siempre y cuando el estado físico del de Torrejón se lo permita.

En el conjunto balear todo es ilusión. Pese a los problemas económicos (hoy mismo se ha sabido que Aduriz estuvo a punto de volver a Bilbao porque el Mallorca no puede hacer frente al coste de su fichaje), el equipo está haciendo una temporada espectacular, sobre todo en casa, donde suma 14 victorias, 1 empate y 2 derrotas. Gregorio Manzano no tiene ninguna baja sensible y podrá contar con su equipo de gala para seguir soñando con jugar la Champions del año que viene.

La suerte está echada. Parece que se presenta una jornada favorable al Barcelona, sobre todo si Oltra renuncia a alinear de inicio a sus tres mejores hombres. Al Madrid parece que sólo le queda esperar un milagro tinerfeño para continuar con su lucha particular contra el mejor equipo del mundo. Quizás la historia (y el Tenerife) le devuelva a los de Chamartín este año alguna de las dos Ligas que los chichacherros le quitaron a principios de los 90. Esto es fútbol y todo es posible.

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